R,la madre de una amiga,está internada. Hace un par de meses le detectaron un tumor maligno y el pronóstico no es alentador. Si bien antes de la enfermedad se valía por si misma,R es anciana y vive sola. Por eso los médicos y su familia decidieron no decirle toda la verdad del diagnóstico.
R tiene parte de la movilidad de sus miembros inferiores afectada y sufre una afasia que le impide hablar a pesar de estar conciente y completamente lúcida. Nos vimos por última vez hace un tiempo pero me reconoce ni bien me acerco a su cama para saludarla. Ya en casa me doy cuenta que apenas hablé durante la visita. Y no sólo por falta de palabras también por temor a decir algo de más,o algo edulcorado del estilo de las llamadas mentiras piadosas.
En "La posición del hombre ante la muerte" Phillipe Ariés analiza las variaciones a lo largo de la historia en la relación del hombre con su propia muerte,y también en el comportamiento de familiares o deudos. Enumera las condiciones que hacen de la muerte para el hombre en la antiguedad una "muerte bella":
1.Conciencia de finitud.
2.Aguardar la hora final en el lecho propio.
3.Acompañado por seres queridos.
En un extremo opuesto P.A se refiere a nuestro tiempo como el de "la muerte invertida":
1.Señala que ya nadie se muere a secas,o simplemente porque somos mortales. La muerte ha adquirido un carácter contingente y le demanda a quien la enuncia (o anuncia)un inevitable suplemento: "se murió porque...".Incluso cuando quien se muere,se muere de viejo(1).
2.Morirse sin darse cuenta -por ejemplo mientras se duerme- ha pasado a ser la mejor muerte que a alguien le pueda tocar. Por el contrario la peor es padecer una larga enfermedad. En esos casos en particular P.A señala un cambio en la escenografía final. Que se ha visto desplazada en los últimos sesenta años más o menos de la intimidad del hogar a la habitación de clínica o sala de hospital(2).
3.Con respecto a la posición de familiares y deudos P.A cita "La muerte de Ivan Illich" para ilustrar un antes y un después en la historia reciente de Occidente. Como a Illich, al enfermo se le debe ocultar la verdad(3)hasta las últimas consecuencias. Por último -y en idéntica sintonía- quien está de duelo deberá ser discreto con su dolor(de eso no se habla)y dinámico en su supervivencia(la vida continua)(4).
Son interesantes los estudios sobre las variaciones en el duelo y en los rituales alrededor de la muerte pero una lectura atenta debería estar excenta de establecer comparaciones calificativas al modo de: "entonces la muerte bella era mejor que la salvaje"(5),etc. Eludiendo ese registro es válido preguntarse si está bien o mal en si mismo querer saber o no sobre la gravedad de una enfermedad que se padece, o si es es un deber moral decírselo a un otro que está enfermo. Si no hay doctrina o creencia religiosa que regule cualquier salida a esa encrucijada es ética. Es decir,ni bien ni mal. Bueno o malo para X.
1.Conciencia de finitud.
2.Aguardar la hora final en el lecho propio.
3.Acompañado por seres queridos.
En un extremo opuesto P.A se refiere a nuestro tiempo como el de "la muerte invertida":
1.Señala que ya nadie se muere a secas,o simplemente porque somos mortales. La muerte ha adquirido un carácter contingente y le demanda a quien la enuncia (o anuncia)un inevitable suplemento: "se murió porque...".Incluso cuando quien se muere,se muere de viejo(1).
2.Morirse sin darse cuenta -por ejemplo mientras se duerme- ha pasado a ser la mejor muerte que a alguien le pueda tocar. Por el contrario la peor es padecer una larga enfermedad. En esos casos en particular P.A señala un cambio en la escenografía final. Que se ha visto desplazada en los últimos sesenta años más o menos de la intimidad del hogar a la habitación de clínica o sala de hospital(2).
3.Con respecto a la posición de familiares y deudos P.A cita "La muerte de Ivan Illich" para ilustrar un antes y un después en la historia reciente de Occidente. Como a Illich, al enfermo se le debe ocultar la verdad(3)hasta las últimas consecuencias. Por último -y en idéntica sintonía- quien está de duelo deberá ser discreto con su dolor(de eso no se habla)y dinámico en su supervivencia(la vida continua)(4).
Son interesantes los estudios sobre las variaciones en el duelo y en los rituales alrededor de la muerte pero una lectura atenta debería estar excenta de establecer comparaciones calificativas al modo de: "entonces la muerte bella era mejor que la salvaje"(5),etc. Eludiendo ese registro es válido preguntarse si está bien o mal en si mismo querer saber o no sobre la gravedad de una enfermedad que se padece, o si es es un deber moral decírselo a un otro que está enfermo. Si no hay doctrina o creencia religiosa que regule cualquier salida a esa encrucijada es ética. Es decir,ni bien ni mal. Bueno o malo para X.
A.B
1.Javier Marías dice que llegamos al extremos de culpar a los muertos por morirse. Se advierte entonces un desplazamiento del sexo tabú de la época victoriana a la muerte tabú post moderna (ver al respecto,EN PARRILLA,abiertoxduelo.blogspot.com).Por otra parte,imposible obviar siniestras resonancias:finalmente si alguien se muere,"algo habrá hecho".
2.P.A denomina medicalización de la muerte a ese desplazamiento del hogar al servicio médico. Desde entonces,la imagen del enfermo "erizado" de tubos suele ser un cuadro de lo más habitual.
2.P.A denomina medicalización de la muerte a ese desplazamiento del hogar al servicio médico. Desde entonces,la imagen del enfermo "erizado" de tubos suele ser un cuadro de lo más habitual.
3.El tema de la verdad no debe ser pensado sólo como opuesto a la mentira. Existen diversas lecturas:Lacan ofrece su definición de verdad estructurada como una ficción;también como imposible de decir o sólo a medias. De se modo alguien no es un mentiroso simplemente porque no dice la verdad. Por otro lado,en el caso de los familiares del moribundo,¿a quién le mienten? Si como señala Freud, la muerte es siempre la muerte del otro: ¿quién se miente?
4.P.A comenta que está mejor visto ir a una fiesta en lugar de faltar por estar de duelo.Ir es tomado como signo de entereza; no ir puede ser interpretado como una actuación o puesta en escena del dolor.
4.P.A comenta que está mejor visto ir a una fiesta en lugar de faltar por estar de duelo.Ir es tomado como signo de entereza; no ir puede ser interpretado como una actuación o puesta en escena del dolor.
5.El uso de adjetivos puede promover este tipo de lecturas: bella es buena, invertida es mala.