En Infancia e Historia, G. Agamben afirma que no hay sociedad sin calendario. También, que no hay posibilidad de calendario sin ritos (el Año Nuevo, por ejemplo) que lo funden una y cada vez. Perdón por la cita culturosa pero es una catársis necesaria después de meses de exprimir ese libro y todavía no haber pasado la mitad. Esto no es una crítica a ese luminoso ejemplar, sino una declaración de mis agujeros en matería de filosofía y antropología,entre otros que no vienen al caso. Por suerte mi amiga Silvia (siempre tan ¡atenta!) me regalo Papeles escogidos de Benjamin.
Por último (y no me refiero sólo a esta entrada sino a lo ÚLTIMO del año)quiero compartir con UDS. un cacho de cultura nacional y popular. A tono con el tema convocante de este blog y como decía mi abuela, que en paz descanse:
La mortaja no tiene bolsillo....y a gozar (perdón,lacanianos) que el mundo no se si se acaba, pero la vidurria sí.
¡Feliz año nuevo!
A.B
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